El denominado ‘fracaso escolar’ se convierte en uno de los ejes principales del Grupo de Investigación Severo Ochoa. La doctora del Departamento de Didácticas Especiales de la ULPGC, Emigdia Repetto centra sus investigaciones en abordar nuevas estrategias docentes que impliquen al alumnado y encaminadas a que el profesor no sea un mero transmisor de conocimiento, sino, también, el responsable de “formar personas con criterios propios”.

Enseñar a enseñar. Éste podría ser, en resumen, el objetivo de dos de las cinco líneas de investigación que lleva a cabo el Grupo de Investigación Severo Ochoa de la ULPGC, las referidas a la Didáctica de las Ciencias Experimentales y a la Formación del Profesorado, bajo la coordinación de la Doctora Emigdia Repetto. El denominado ‘fracaso escolar’ ha sido el punto de partida de estos trabajos que analizan no sólo por qué el alumno no alcanza los objetivos de estudio, sino cuáles son las soluciones. Para ello, el Grupo de Emigdia Repetto se encuentra en constante contacto con los centros de Bachillerato, Infantil y Primaria.

“Una de las Tesis que hemos llevado a cabo se basa en la Planificación Didáctica en un Centro Intercultural”, comenta la profesora, “en donde nos encontramos con el fenómeno de la inmigración y las consecuencias de éste en las aulas de los colegios”. La Tesis aborda cuál es el sistema de enseñanza en este tipo de centros en donde se mezclan alumnos de más de diez nacionalidades distintas, con distintos lenguajes y distintos modelos culturales. La solución es compleja, pero, a juicio de la Doctora Repetto, pasa por “una mayor implicación del profesor y una planificación de las asignaturas en colaboración con la familia”.

En el Bachillerato, la didáctica es sensiblemente diferente. “Hasta hace pocos años se concebía la figura del profesor como el elemento fundamental del aula, y ahora la planificación de las asignaturas exige también una planificación de actividades en donde involucrar al alumno de manera práctica”, señala Emigdia Repetto. La nueva forma de entender el aprendizaje, en definitiva, exige un paso de las tradicionales clases magistrales a una enseñanza compartida con el alumno. “Con esta planificación estamos exigiendo al profesor que trabaje dentro y fuera del aula”. En este sentido, el Grupo de Emigdia Repetto ha puesto en práctica un proyecto en varios institutos de Gran Canaria, donde la base fundamental es la enseñanza activa, basada en actividades que refuercen un trabajo personal del alumno para llegar al conocimiento de la asignatura. “Los resultados han sido muy positivos. Hemos detectado que estos estudiantes han aprendido a razonar y, por este motivo, han asimilado los contenidos de las asignaturas por ellos mismos”.

Son trabajos más laboriosos que exigen un mayor número de horas de dedicación por parte del profesorado, que debe dedicar más tiempo a planificar actividades y más horas a que los alumnos las desarrollen. “El profesor debe tener claro que él no debe ceñirse a transmitir conocimiento, sino que también debe formar a personas, con criterios propios”, señala Emigdia Repetto.

Las ventajas de la teleformación

Otra de las áreas de investigación que centran los estudios de Emigdia Repetto está vinculada a una nueva modalidad de impartición de clases: la teleformación. Este nuevo sistema on-line necesita de una nueva fórmula de didáctica del conocimiento, puesto que en los últimos años ha atraído a un gran número de estudiantes. “En la teleformación todo son ventajas, porque este tipo de enseñanzas en línea favorece un mayor intercambio de conocimientos y reflexiones entre el alumno y el profesor”, indica Repetto. En este sentido, su didáctica debe ir más enfocada al desarrollo de actividades que debe organizar el docente para que el alumno participe desde su casa elaborando trabajos concretos de cada asignatura. Se trata de un aprendizaje muy curioso, puesto que el alumno es mucho más participativo que en un aula. “Hemos percibido que la enseñanza on-line ha permitido que alumnos que normalmente no participan en un aula preguntando o reflexionando sobre determinados conocimientos, en la Red se convierten en unos comunicadores constantes”. Un esfuerzo para el profesor, que debe aprender al mismo tiempo que el alumno en muchas de las ocasiones.

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• Grupo de Investigación Severo Ochoa, Departamento de Didácticas Especiales de la ULPGC
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