El Grupo de Investigación de Ingeniería Mecánica de la ULPGC es el mejor ejemplo de que profesionales de diferentes áreas son capaces de complementar sus conocimientos para lanzar productos innovadores al mercado. Éste ha sido el caso del invento denominado Travelling Rester, o lo que es lo mismo, el reposacabezas de viaje, que ha logrado hacerse con la Medalla de Oro del XXXII Salón de Inventos de Ginebra, así como el Premio a la Mejor Patente de la Oficina Española de Patentes y Marcas.

Hace ya cuatro años que se organizó en la ULPGC un grupo de investigación multidisciplinar que combinaba la experiencia de profesionales de la ingeniería con la de expertos de la medicina. El objetivo era poner en común ideas que fructificaran en inventos capaces de solucionar problemas en el campo de la medicina. Se denominó Grupo de Investigación de Ingeniería Mecánica, y entre sus principales líneas de actuación se encontraba la Ingeniería Médica, liderada por el doctor en ingeniería, José Antonio Carta.

Junto a José Antonio Carta, el traumatólogo Gerardo Garcés comenzó a exponer su experiencia en el campo de la medicina, donde se constataba una necesidad de crear una línea de invención de prótesis. “La primera propuesta que nos hizo fue un tornillo para fijación del ligamento cruzado anterior de la rodilla”, explica el ingeniero José Antonio Carta. Fue una propuesta que finalmente se desarrolló y se fabricó, tras llevarse a cabo una tesis doctoral, aunque actualmente sigue en período de ensayo para su perfeccionamiento.

Con posterioridad, el equipo de investigación se centró en equipos de rehabilitación destinados a problemas de cervicales y de rodilla.

Pero fue hace tres años cuando Gerardo Garcés propuso un nuevo invento, tras varias experiencias personales en sus viajes en avión. En trayectos de larga distancia se hacía duro mantener el cuello en una posición adecuada en el asiento, lo que provocaba, en muchos casos, incómodos dolores cervicales. “Preguntamos y nos informamos de si existía algún invento que se hubiese patentado a nivel nacional o internacional con el fin de solucionar este problema, y vimos que no existía nada. Sólo encontramos en una revista un dispositivo que se desplegaba en todo el sillón, a lo largo de la espalda, y nos resultó poco práctico para llevar de viaje”, señala José Antonio Carta.

Así que se pusieron manos a la obra y comenzaron a lanzar unos primeros bocetos de un elemento que debía ser pequeño, práctico, ligero y fácil de transportar. Se trataba de un reposacabezas que mantuviera el cuello erguido. “El primer diseño fue en aluminio, por su bajo peso específico, adecuada rigidez y facilidad de mecanizado, pero poco después pasó el atentado del 11 de Septiembre, y a raíz de esto en los aeropuertos se limitaron determinados objetos metálicos, que no pasaban el detector. Así que nos planteamos un nuevo diseño de plástico”, explica José Antonio Carta. Este último diseño se modificó aún tres veces más, hasta que en diciembre de 2002 salió al mercado el Travelling Rester , “y en el año 2003, el Gobierno de Canarias lo entregó como regalo promocional en la Feria de Turismo de Madrid”, comenta el doctor Garcés.

La primera comercialización resultó algo costosa, porque el reposacabezas se fabricaba en España, así que se decidió abaratar costes y, actualmente, el invento se fabrica en China. El impacto del Travelling Rester ha sido tal que ya se habla de él a nivel internacional. De hecho, recientemente ambos profesores presentaron el invento en el XXXII Salón de Inventos de Ginebra y ganaron la Medalla de Oro, así como el Premio de la Oficina Española de Patentes y Marcas.

¿En qué consiste el reposacabezas?

Se trata de un artilugio muy práctico que favorece una buena postura cervical durante los viajes de gran trayecto. Se instala en la parte superior de los sillones del avión y dispone de dos alas laterales en forma de almohadillas que permiten reposar la cabeza sin excesivas torciones de cuello.

Sus características principales se basan en que su peso es mínimo, está fabricado en plástico para evitar problemas en los detectores de los aeropuertos, su pequeño volumen facilita su transporte, es fácil de montar y desmontar y se adapta a cualquier tipo de asiento y de usuario.

El equipo de investigación de Ingeniería Mecánica ha desarrollado en la actualidad nuevas modalidades de reposacabezas, que se adaptan a niños y a personas bajas. “Además, ahora estamos estudiando un modelo específico para los sillones de los coches, destinado a los acompañantes de los conductores”, explica Gerardo Garcés.

El Travelling Rester se consolida, así, como un invento de gran practicidad durante cualquier tipo de viaje, ya sea en avión como en coche.

DATOS DE INTERÉS

• Departamento de Ingeniería Mecánica. (Campus de Tafira)
• Departamento de Ciencias Médicas y Quirúrgicas. (Campus de San Cristóbal)
• Tfno: 928.45.19.91
• Fax: 928.45.14.84
• jcarta@dim.ulpgc.es

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