Dña. MARÍA TERESA DÍEZ, DIRECTORA DE LA AGENCIA NACIONAL ERASMUS

La Universidad grancanaria ha sido foro de encuentro y reunión de 10 gestores del Programa Erasmus en universidades españolas y de más de 30 profesores que provenían de otras tantas. El objetivo fue analizar las distintas experiencias que se llevan a cabo en España y cuáles son los problemas a los que se enfrenta la movilidad de profesores con destino a otro país europeo.

1. ¿Se ha cumplido el objetivo de este encuentro?

El objetivo era claro. Desde hace tiempo, la Agencia Nacional Erasmus tenía la intención de realizar un encuentro de profesores para compartir con ellos la movilidad de docentes en el ámbito del Programa Erasmus. Ya habíamos realizado cinco encuentros de estudiantes que fueron muy interesantes. Y esa experiencia nunca la habíamos hecho con profesores. En este sentido, la ULPGC se prestó a acoger esta primera reunión y por eso la hemos hecho aquí.

Paralelamente a este encuentro pensamos que era bueno que un grupo de gestores del Programa se reuniera para poner en común sus prácticas habituales en este Programa y eso diera origen a la elaboración de un manual que recoja las buenas prácticas que puedan servir para otras universidades que tengan menos desarrollado el proceso de gestión del Programa. Y los objetivos se han cumplido en ambos casos.

2. Hace unos años la movilidad de profesores del programa Erasmus se gestionaba desde Bruselas. ¿Por qué, posteriormente, se decide gestionar en cada país?

La movilidad de estudiantes, desde el inicio de este Programa Erasmus, en 1987, ha estado descentralizada en cada uno de los países. Sin embargo, la movilidad de profesores tardó más en arrancar, y en sus inicios se centralizaba desde Bruselas, por lo que era más complejo gestionarlo, ya que el profesor necesitaba solicitar el intercambio hasta con dos años de antelación. Así que el índice de éxito era muy pequeño.

Por este motivo se decidió descentralizar también la movilidad de profesores, y desde el año 2000 se gestiona desde la Agencia Nacional en España, y también desde ese momento no ha dejado de crecer la movilidad. ¿Por qué?. Pues porque somos más flexibles y jugamos con fechas límites más asumibles que las que había antes cuando se gestionaba desde Bruselas.

3. La movilidad de estudiantes dentro del Programa Erasmus es más conocida. Se sabe que durante unos meses los estudiantes pueden cursar sus estudios en otras universidades europeas, aprendiendo otros idiomas y otras culturas, y, al final, se les convalidan algunas asignaturas. Pero en el caso de los profesores, ¿en qué consisten sus estancias y su intercambio?

El último dato que tenemos es que más de 1.900 profesores han participado en la movilidad que ofrece el Programa Erasmus. En el caso del profesor, éste va a una universidad con un plazo mínimo de 5 días u ocho horas, que puede servirle para realizar una actividad docente, dando clases o dirigiendo un seminario, en el ámbito de su especialidad. El máximo de su estancia es de dos semanas, ya que son estancias breves. Es muy buena experiencia porque el profesor, con este programa, puede conocer una Universidad muy distinta a la suya, y tendrá mayor interés en animar a sus estudiantes a que participen en el Erasmus. Por lo que considero que es muy importante que los profesores se muevan para que conozcan la experiencia.

4. Hay algunas universidades que se han encontrado con una disminución en el intercambio de profesores y que esta reunión les sirve para conocer experiencias de otras universidades que han fomentando la movilidad de esta comunidad universitaria. ¿Cuáles son algunos de los datos más significativos que se han comentado en esta reunión?

Por ejemplo, es bueno el ejemplo que da la ULPGC de doblar la ayuda que recibe ese profesor, que por el Programa Erasmus recibe 500 euros. Y la ULPGC le ofrece hasta 1.000 euros. Casi todas las universidades hacen este esfuerzo.

Y otro de los aspectos más interesantes que se han abordado ha sido el de tratar de vincular esta movilidad de profesores a un proyecto general de la universidad. Es decir, que un profesor se mueva porque en su departamento consideran que es bueno que se traslade a otra universidad, y que de esa otra universidad venga otro profesor, dentro de su planteamiento general de internacionalización. De esta manera se implica a la Universidad doblemente, de ida y vuelta. Por un lado, en la decisión de quién se mueve, y en aportar fondos complementarios en la movilidad, ya que un departamento, si ve necesaria esta movilidad para un proyecto que lleva a cabo, estará más animado a poner dinero para que el profesor pueda moverse en mejores condiciones.

5. Suponemos que el papel de las Universidades en este Programa Erasmus es vital, implicándose en la aportación de fondos. En el caso de las Universidades canarias, por su lejanía, ¿no necesita de una mayor implicación?

La implicación de todas las universidades es grande y eso lo demuestra el aumento de alumnos en el Programa. Evidentemente las universidades canarias hacen un gran esfuerzo para que sus estudiantes se muevan, aunque sorprendería saber que muchas veces resulta más barato viajar desde aquí que desde Sevilla o Murcia. Por otro parte, en la distribución de fondos que hace la Agencia Nacional Erasmus a la Comunidad canaria, igual que a Baleares y a Ceuta y Melilla, por el carácter ultraperiférico, reciben una asignación suplementaria. En el caso de Baleares es de un 10% más, en el caso de Canarias es un 30% más y a Ceuta y Melilla se le asigna un 40% más.

6. Y además, en el papel de las Universidades también está conseguir que instituciones y empresas privadas apoyen esta movilidad aporten financiación complementaria a través de becas…

Me consta que la ULPGC tiene desplegada una gran campaña para implicar a la sociedad civil y al mundo empresarial. Para que el mundo empresarial se de cuenta de que es ‘rentable’ ayudar porque sus estudiantes serán un valor añadido a su regreso en una posible inclusión en sus empresas para desempeñar trabajos. Y la ULPGC lo está haciendo muy bien.